23 de abril es sinónimo de madrugón, mover cajas de libros, frío por la mañana en el paseo Independencia, "no te olvides tus bolis", hablar, hablar, hablar, firmar, firmar firmar, sonrisas, niñas y niños sonrientes, abrazos y besos, amigos que pasan a vernos, fans que vienen a por el cuento nuevo, gente de todo Aragón, colas en la avenida y, sobre todo, sed de libros y cuentos.
Este año estuve todo el día inquieta, me faltaba algo. Bueno no, me faltaba mucho. Me faltabáis vosotros.
Aún así fue un día bonito, espero que el vuestro también lo fuera y encontrarais un ratito para disfrutar de los cuentos y los libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario