Es el día de celebrar todas esas historias que me han contado y que sigo contando.
Es el día de celebrar esa cadena de palabras que nos une y nos ata.
esa cadena que veo cada vez que cuento un cuento de tradición oral y que siento que me regala momentos especiales donde el corazón está en los ojos y las orejas de los que escuchan esas historias.
Hoy celebro este día recordando a Elías Mairal, un grandísimo narrador del que aprendí muchísimo y que hizo que me picara el gusto por los cuentos. Puede decirse que fue el primer narrador de verdad que oí. No estaba en una biblioteca, ni en un escenario, ni en nada parecido. Lo entrevisté en varias ocasiones en el comedor de su casa y fue como abrir el libro de las Mil y una noches. Elías te enganchaba con sus historias, nunca acababa.
Hoy, el día de la Narración oral, se lo dedico a él. Mi primer profesor de Tradición oral.
Os dejo uno de los cuentos que él me contó: El cuento del cordero y la rabosa. Podéis oír el audio de la propia voz de Elías, un poco más abajo también encontraréis el texto.
Cuento del cordero y la rabosa.
Acordaron de sembrar un campo de trigo.
Le dijo la rabosa al cordero: «Labra tú que yo ya sembraré».
Cuando terminó el cordero le dijo la rabosa otra vez:
«Siembra tú que yo ya segaré».
Cuando hubo que segar, otra: «Siega tú que yo ya ataré».
Cuando terminó de segar: «Ata tú que yo ya carrearé».
Lo mismo: «Carrea tú que yo ya trillaré».
«Trilla tú que yo ya aventaré».
«Avienta tú que yo ya lo partiré».
Entonces si que enganchó. Dice la rabosa, una vez todo limpio le dijo al cordero:
«Ahora yo como soy royito o royed pa yo.
Y tú como eres blanqued o blanqued pa tú».
Quería el trigo para ella y la paja para él. No s’arreglaron.
Entonces después de mucho discutir fue la rabosa y se trajo unos lobos. Y el cordero cogió un burro con argaderas y las llenó de galgos. Cuando llegaron allí le dijo la rabosa:
«O te conformas o te suelto los lobos».
Entonces el cordero sacó la manta que los tapaba, entonces los galgos les echaron mano a los… y les ganaron a los lobos. Entonces tuvieron que marchar corriendo. Y la rabosa les decía: «Corred, hijos míos, y apretar a coda tas ancas
que en este mundo todo son trampas».
Elías Mairal, Las Almunias de Rodellar, 73 años.
¡Feliz día de la Narración oral!
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