En noviembre estuve en el cole Pedro I de Barbastro. En el primer trimestre del año todo gira entorno a la biblioteca y la lectura, por eso suelen trabajar autores que después van al cole a conocer a los niños.
Este año contactaron conmigo y han estado leyendo mis cuentos.
No solo han leído mis cuentos, el cole entero se transformó en mis cuentos. Os dejo un vídeo con todo lo que habían preparado en la entrada. Me quedé sin palabras. En el Pedro I han hecho un trabajo impresionante, cada ciclo trabajaba un cuento pero al final todos han leído todos los cuentos y se han quedado con ganas de más. Yo también.
Los niños de infantil trabajaron Rabadancito y prepararon un mural impresionante donde los de tres años hicieron las nubes y montañas del fondo, los de cuatro hicieron las ovejas y los de cinco los pastores.
Precioso es poco.
Precioso es poco.
Los niños y niñas de primer ciclo trabajaron Mi madre es un bruja y prepararon otra parte de la entrada del cole con Alodia y su madre, una mesita, el suelo, hicieron un concurso para hacer la madre y después de votar eligieron la que más les gustó. ¡Menudos artistas!
Segundo ciclo trabajó Amina quiere ser bruja e hicieron a Alodia y a Rosa de tamaño gigante. ¡Madre, la de preguntas que me hicieron! Cuanta bruja y brujo había entre ellos y que ideas más buenas que me dieron.
Y tercer ciclo, los más grandes, trabajaron La mano verde, que fue la excusa perfecta para trabajar la tradición oral, los cuentos, las estructuras narrativas, las repeticiones,... Además de eso decoraron la barandilla del primer piso con un montón de manos verdes y "la madre de las manos verdes". ¡Era gigante!
No sabeis que impresión me dio ver el cole así de bonito. Fue increíble.
Después de muchos días de hablar de Sandra Araguás y Sandra Araguás, fui al cole. Todos los niños y niñas al verme sonreían y decían por lo bajini: "Es SandraAraguás", así, todo del tirón. No sabéis la de emociones que sentí.
Después de tantos días me siento todavía orgullosa. Sí, aunque no suelo utilizar nunca esta palabra, así es como me siento. Orgullosa de ver a todas las maestras y maestros implicados, orgullosa de ver los trabajos en las paredes, pero sobretodo orgullosa de ver como los más de quinientos niños y niñas del cole conocían mis cuentos, los contaban conmigo y les gustaban, desde los de tres años hasta los de sexto.
Pero hay que bajar al suelo, y tengo que recordar que todo esto no sería posible sin el trabajo de Vicky de Sus, David Guirao y Rosa Mai que también son una parte muy importante de mis cuentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario