El cuento de el Rabadancito lo recogí en Panticosa en el invierno de 2010. Estuve realizando un trabajo de Recopilación de tradición oral con un resultado realmente sorprendente, más de mil textos orales.
En Panticosa tuve la suerte de conocer a una familia extraordinaria de la que sigo aprendiendo muchas cosas. Ellos me regalaron este cuento, El cabritito de la cabra Curra que se ha convertido en Rabadancito.
MªJesús, Tista y Boni, de casa Lauré, no solo me han enseñado tradición oral sino también enseñanzas de vida que me siguen acompañando cada día.
Desde hace unos meses hemos estado trabajando con David Guirao las ilustraciones de este cuento. Para mí era muy especial pues empecé a contarlo desde que ellos me lo regalaron y mi hijo pequeño lo cuenta fenomenal en las reuniones familiares, siendo nuestro Rabadancito.
Quería que el libro fuese además un homenaje a los pastores aragoneses, curtidos por el sol, el viento y las montañas, así que hemos hecho un gran trabajo etnográfico inspirando nuestras ilustraciones en el fantástico trabajo fotográfico de Ricardo Compairé, quien retrato a numeroso pastores altoaragoneses hace casi un siglo.
El resultado es impresionante, aunque quede feo que lo diga yo. David ha sabido captar el color del valle de Tena, el sabor de sus montañas, el sentimiento de los pastores y ha sabido redondear perfectamente el texto del Rabadancito acompañándolo de unas ilustraciones seguras y verdaderas.
Esta tarde si os animais podemos vernos en la Librería Anónima a las 20h. Junto al gran Paco Bailo presentaremos este pequeño sueño.
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