lunes, 18 de mayo de 2020

#Chucheríadecuento 17: El cura y la epístola

La chuchería de cuento de hoy es una historia muy conocida y graciosa de un cura y su arte para recitar una epístola bastante peculiar. 
En la tradición oral hay muchos cuentos que hablan de curas y caseras, cuentos normalmente que buscan la sonrisa cómplice del que lo escucha. 
El cura o mosen, como aquí se le solía llamar, era una persona que representaba a la autoridad, pero al mismo tiempo y debido al sistema de herencias que funcionaba en el Altoaragón, era una figura muy parecida a los individuos que componían la sociedad, con sus mismas necesidades ya que hay que pensar que muchos hijos segundones que no podían heredar eran obligados a entrar en el seminario para darles una formación y conseguir llegar a ser alguien importante. Por eso muchos de ellos reflejan el deseo de la vida común como cualquiera de sus feligreses.


Fotografía: https://codeseda.com

En los cuentos, además, el narrador podía permitirse la licencia de reírse de la autoridad, pues encontraba un marco donde podía hablar con impunidad y descargar las frustraciones cotidianas que podía acumular en su día a día contra esas figuras. 


La descripción que hace el cura del paso de la mano por distintas partes del cuerpo de la casera es un recurso utilizado tanto en cuentos para adultos como para niños. Los Titiriteros de Binéfar por ejemplo cuentan "¿Dónde le puso la mano el doctor a la tía Micaela?" en el que también podemos ver el cambio de nombres de las partes del cuerpo: montesereno, monte oscuro, margaritas, pisa charcos, etc...

Este cuento fue recopilado en La sombra del olvido. Tradición oral en el Somontano occidental de Barbastro, narrado por Antonio Zamora Bistuer de Colungo. 
Espero que os despierte una sonrisa.


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