jueves, 7 de mayo de 2020

#Chucheríadecuento 11: La lamia del ibón de Estanés

Llevo muchos años contando esta leyenda. Haciendo memoria he buscado desde cuando me acompaña y lo tengo claro, desde el 2000, año en el que trabajé de guía cultural y durante ese verano estuve subiendo al ibón de Estanés dentro de un programa de vacaciones de aventuras para jóvenes. Ese verano empecé a contar cuentos, no como narradora profesional, sino como guía cultural que amenizaba sus recorridos con cuentos y leyendas.
Lo curioso es que no sé de dónde saqué el cuento. Creía recordar que lo leí en alguno de los artículos de Rafael Andolz, pero llevo un buen rato consultando todo lo que tengo suyo y no lo encuentro. 
Ahora empiezo a dudar, si me lo contó alguien, si lo leí de otro recopilador, José Antonio Adell, Chema Lera... no lo sé. Curioso a veces lo que ocurre con los cuentos, se quedan a vivir con nosotros y llegamos a olvidar su descubrimiento.
Debo decir que en Aragón encontramos las figuras de moras, lavanderas y encantarias, mujeres relacionadas con el agua y con la magia que nada tienen que ver con la religión. Y entre ellas también encontramos a las lamias o lainas, según Lera. 
En los Pirineos franceses también podemos encontrar estas figuras, siempre vinculadas a fuentes, arroyos o lagos y con la prohibición expresa de mirar sus pies. Ellas ofrecen un acertijo, un hombre suele resolverlo, será rico y tendrá su amor incondicional con la condición de que cumpla la promesa de no mirar jamás sus pies. Y es que al igual que las lamias que podemos encontrar en el norte de nuestra península, las lamias francesas también tienen los pies de pato. 


Ibón de Estanés.
Fotografía: Isidro Guijarro
https://sarrio1978.blogspot.com

En la leyenda del ibón de Estanés que podéis oír más abajo no se menciona este hecho, no habla del misterio de sus pies, pero ya sabéis que los cuentos se componen de motivos y a veces pueden estar más desarrollados o menos. 


Para los que no seáis de esta zona os diré que ibón es una palabra aragonesa que define a un lago natural de alta montaña. Solo decir la palabra mi cabeza evoca praderas verdes, picos azules y aguas turquesas. Estanés, además, es uno de los ibones más bonitos del Pirineo, en mi opinión, con la mezcla de las rocas rojizas que lo rodean y que tiñen sus aguas mezclando el turquesa, el azul del cielo y el rojo.
Os dejo la leyenda, la grabé en 2018 para el programa La cadiera de Aragón radio. El único pero que tiene es que los técnicos se esmeraron tanto en ambientarla con música que a veces mi voz queda un poco por debajo de esta. Después de oírla llegué a la conclusión de que era cierto, la gente de la radio tiene miedo al silencio en las ondas. 

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