El jueves por la tarde, a las 18h, fue la prueba de fuego.
Después de un año entero trabajando en este proyecto hice a la presentación al público del resultado. Estaba tranquila, me gustaba el resultado: los cuentos, las grabaciones, la página que tan chula ha dejado Carmen Lain de Artlab,... pero no contaba con la tele y los periodistas. ¡Madre mía! me puse atacada.
A mí que me dejen con mis cuentos y mis charlas, pero la cámara enfocando en primer plano... todavía me impresiona.
Y no llegaba gente. No me lo podía creer. Estuve tres días avisando a todo el mundo, pero ¿dónde estaban?
Al final a las seis y cuarto empezamos y de repente empezó a llegar gente y más gente, y veo a Laura, la bibliotecaría, trayendo más sillas para todos los que iban llegando.
Ya metida en harina, moviéndome en mi territorio, disfruté un montón.
Expliqué cómo nació el proyecto, todo el proceso y lo que pretendíamos con él. Carmen Laín explicó su trabajo, la página, el sonido, el e-book... y pudimos escuchar algunos los cuentos y canciones desde la página. Las sonrisas me daban tranquilidad y sabía que les gustaba lo que veían.
Hay un momento de tensión, de miedo, cuando vuelves con el trabajo acabado y se lo enseñas al que te ha regalado sus cuentos, canciones, historias... Siempre me preguntó ¿y si no les gusta? ¿Y si no es lo que esperaban? Se me encoje el estómago hasta que veo como reaccionan. Al momento vi que el proyecto gustaba y mis pulmones se llenaban de aire llevándose los nervios y el miedo.
Y por fin, de verdad, disfruté. Salían los cuentos de mis labios por primera vez en público y además, un público muy especial, los que me los habían contado, y fue como si hiciera siglos que los llevaba contando.
Qué maravilla poder participar en algo así, poder enriquecerme con todo lo que me han enseñado y poder después disfrutarlo contando.
Os dejo
aquí la página por si os apetece oír algún de sus cuentos.
Sandra
