Aquí estoy con los de infantil de tres y cuatro años. Increíble como participaban y lo atentos que estaban.
Los medianos, los de cuatro, prefierieron las sillas desde las que también seguían las andanzas de lobos y brujas.
En estas otras, los mayores, cinco años. ¡Cuántos nerviosos porque venía la mamá de Bruno a contarles cuentos!
Aquí más de cerca, muchos de los amigos de Bruno, atentos al cuento.
¡Qué placer cuando ves que están tan enganchados que ni pestañean!
Y sorpresa. Mirad lo que hicieron la clase de 4 años A cuando volvieron a clase. Cada uno dibujo el cuento que más le había gustado.
La clase está decorada con estos dibujos, y qué voy a decir, ¡queda preciosa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario