Este año estuve celebrándolo en Binéfar, en la librería Katia, toda una entidad en Binéfar con más de cuarenta años en la profesión (y lo mejor de todo, con previsión de que la siguiente generación también continúe).
Para celebrarlo me llevé mi bolsa de cuentos y la cabeza rebosando de ellos. Una alfombra naranja, muy vistosa, esperaba a todos los que quisieran pasar la tarde con nosotras. Katia y Ana estaban un poco nerviosas, era la primera vez que celebraban de este modo el día de las librerías y no estaban seguras de cuánta gente vendría.
Así empezó la fiesta.
La librería se quedó pequeña y os aseguro que no lo es. Niños y mayores fueron abarrotando la alfombra naranja y los laterales y fondo de la librería. Yo mientras tanto, disfrutando como una enana. Os pongo unas cuantas fotos más.
Aqui todos trabajan, no solo lo voy a hacer yo.
Una de las cosas que más me gusta es cuando todos me ayudan con algún cuento. Aquí están llamando como hace el rey. También nos fuimos luego de paseo por todo el castillo.
Para terminar, había muchas ganas de conocer Amina, así que hicimos las presentaciones: Niños de la librería Katia, Amina. Amina, niños de la librería. Me lo pasé genial. Hay muchos y muchas Aminas entre estas caras.
Para terminar, firma de Aminas y Aminas. Por cierto, conocí un Sandro de Tamarite de Litera. Me encantó, no hay muchos, y por supuesto, mi tocayo se llevó una dedicatoria especial.
También hubo alguna yaya que me reconoció y me dijo que era fan de mis cuentos de la tele. Me encanta que os acerquéis a contarme todas esas cosas.
Fue un placer pasar el día de las librerías en Binéfar y en una librería con tanta vida.
Lo siento por los que se quedaron sin poder entrar pero creo que Katia y Ana os sorprenderan dentro de no mucho con alguna otra sorpresa.
Feliz dia de la librerías, que todos los días haya libros.
Sandra
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