Día internacional de las biblioteca

Este año estuve celebrando el Día Internacional de las bibliotecas,el 24 de octubre, con mucha actividad. Por la mañana estuve en la biblioteca de Sariñena a la que se acercaron los niños de 3º del colegio La Laguna de Sariñena. Vinieron a conocer a Amina. Habían leído ya un poquito de las aventuras de esta pequeña que quiere ser bruja y venían con muchas ganas de saber más cosas de ella.
Isabel les explicó en qué consistía su trabajo como editora y yo les conté todo lo que ocurrió desde que escribí Amina hasta que llegó a sus manos.

Os dejo aquí tres fotos del encuentro.

 

Estuvieron superatentos y preguntando muchas cosas. Y como todavía no habían acabado el libro leímos un trocito donde se habían quedado. La verdad es que disfruté un montón viendo sus caras de expectación y la curiosidad que tenían.

En el blog del cole también  hicieron una entrada de su visita a la biblioteca. Os dejo aquí el enlace.
Muchas gracias a todos por venir, a los profes por implicarse en la actividad y a Luisa por no parar de organizar cosas para dinamizar la biblioteca.
Es un regalo disfrutar con tu trabajo, yo disfruto.

Por la tarde seguí celebrando el día de las bibliotecas, en este caso en Almudévar.
Ya había estado en la biblioteca en una campañaa de animación a la lectura de la comarca de la Hoya. Este año Belén quiso que fuera con ellos a celebrar el día de las bibliotecas. Antes de empezar se acercaron algunos niños con mamás para contarme que todavía se acordaban y se habían aprendido los cuentos de hacía dos años. Me hizo mucha ilusión.

La biblioteca de Almudévar es pequeñita, están a la espera de terminar las obras de la nueva biblioteca, ya les queda poquito, por eso los cuentacuentos se hacen abajo, en el cine. ¡Menuda sala! Es gigantesca. En las fotos se ve menos de la mitad de la sala. Yo creo que cada año en Almudévar hay más niños. Como se nota el trabajo de esas bibliotecarias que trabajan día a día, granito a granito, libro a libro, y saben arrastrar a todo el mundo a acercarse a la biblioteca. Y desde luego, Belén es de esas bibliotecarias.

La vez anterior les conté el bolito amarillo, como lo llaman los niños, o más bien Un libro de Hervé Tullet. Este año me pidieron que lo volviera a llevar, así que de nuevo, entre todos, contamos la historia del bolito amarillo y sus aventuras. 

Las fotos son de Belén que desde una esquinita no perdía vista de todo lo que ocurría en la sala.
Muchas gracias a todos por disfrutar conmigo de los cuentos. Y por supuesto, felicidades a las bibliotecas y que celebren muchos más a pesar de que parece que no estén por ello los políticos de este país.
Sandra